Cambiar a la versión baja en carbono

El fútbol no puede ser el perdedor en la crisis climática

23 de abril de 2025
por Dominic Shales

OPINIÓN de Sarah Jacobs, Directora de Fútbol Verde

En 2050, uno de cada cuatro clubes ingleses de fútbol profesional sufrirá la inundación total o parcial de su estadio cada año. No se trata de una preocupación lejana, sino de una amenaza real y creciente para el deporte que amamos.

Cuando se habla de sostenibilidad en el mundo del deporte, la enorme cantidad de equipaciones deportivas que acaban en los vertederos cada año sigue siendo uno de los problemas más olvidados. Según las directrices de economía circular de la UEFA, 60% de la ropa de los clubes de toda Europa se sigue incinerando o enviando a los vertederos. Sólo en el Reino Unido se desechan anualmente 100.000 toneladas de ropa deportiva. Una vez que esa ropa llega al vertedero, puede tardar décadas en descomponerse, liberando microplásticos y metano, uno de los gases de efecto invernadero más tóxicos. 

Sin embargo, creo que el poder del fútbol para unir a la gente es lo que puede ayudarnos a hacer frente a esta crisis. Por eso, el mes pasado, una increíble coalición de clubes, jugadores, aficionados, equipos de base y escuelas se unieron para tomar medidas que ayuden a hacer frente al cambio climático como parte del La gran salvada del fútbol verde. Si el fútbol está en peligro, también lo están nuestra pasión común y nuestras comunidades. Por eso lucharemos millones de personas.

Esta campaña se basó en el éxito de Fin de semana de fútbol verdeque se concedió Campaña del año 2024 por la Asociación Británica para el Deporte Sostenible.

Nota del editor: La iniciativa de la que habla Sarah Jacobs en este artículo no tiene que ver estrictamente con la tecnología. Sin embargo, creemos que es importante recordar que a veces las soluciones no tienen por qué ser novedosas o especialmente innovadoras: también podemos crear impacto climático simplemente cambiando comportamientos. En el caso del fútbol, como dice Sarah: "Se trata de convertir nuestra comunidad en una solución climática".

Ahora, el movimiento ha vuelto, amplificando nuestros esfuerzos y ampliando nuestro alcance para ayudar a que el deporte y el planeta prosperen.

Los equipos desechados son ya un problema enorme. Su impacto podría crecer aún más a medida que el sector de la ropa deportiva siga expandiéndose. El gasto mundial en ropa deportiva representó 26% del gasto total en ropa en 2022, y se prevé que el sector crezca un 16,3% de 2022 a 2027 (Fuente: Global Data vía Retail Week). Esto podría aumentar significativamente la cantidad de residuos de kits en los próximos años.

¿La buena noticia? Podemos hacer algo al respecto.

Manteniendo una sola camiseta en uso durante nueve meses más -ya sea reutilizándola, reparándola, vendiéndola, donándola o intercambiándola-, su huella de carbono puede reducirse hasta en 30% (Fuente: WRAP). Esta reducción puede parecer pequeña a primera vista, pero el impacto sería enorme si todos los miembros de la comunidad futbolística se pusieran manos a la obra.

No se trata sólo de hacer sentir culpables a los aficionados por lo que llevan en los cajones. Se trata de convertir nuestra comunidad en una solución climática y, de paso, hacer que sea divertido.

Los aficionados pudieron ayudar a su equipo a triunfar en la Green Football Cup registrando su acción en greenfootball.orgAdemás, tuvieron la oportunidad de ganar premios como un año de Sky Sports o entradas para Wembley. Sus acciones también tuvieron una repercusión más amplia. Al donar su ropa deportiva, los aficionados también pudieron apoyar a grupos locales que, de otro modo, no habrían tenido la equipación que necesitaban para jugar al fútbol.

Por supuesto, la responsabilidad de actuar no recae únicamente en los aficionados. Los clubes de fútbol tienen un enorme papel de liderazgo que desempeñar cuando se trata de influir en el cambio, impulsar negocios sostenibles e implicar a los aficionados. Durante la campaña, vimos cómo los clubes lanzaban iniciativas interesantes. 

El Sunderland "ahogó" su emblemático escudo costero para poner de relieve el impacto potencial de la subida del nivel del mar, suscitando un debate mundial. En Rochdale, los aficionados neurodiversos utilizaron viejas equipaciones para retapizar un palco corporativo y convertirlo en un espacio sensorialmente agradable. El Manchester United colaboró con niños de la localidad para enseñar a miembros de su equipo femenino a coser bolsos con camisetas usadas, mientras que el Bristol City ha organizado talleres de reparación para dar una nueva vida a las equipaciones viejas.

Sarah Jacobs, Directora de Fútbol Verde

Los clubes pueden hacer muchas cosas, desde asegurarse de que sus equipaciones están fabricadas con poliéster reciclado y poner en marcha programas permanentes de recompra o donación hasta implantar políticas sostenibles en materia de equipaciones y plantearse reducir el número de éstas que producen, como han hecho el Brentford y el Luton.

A muchos clubes les queda un largo camino por recorrer. Pero precisamente por eso es importante el Fútbol Verde: se trata de poner de relieve lo que es posible, apoyar a los clubes que acaban de empezar y crear impulso en todas las ligas y países. Ya estamos trabajando en el Reino Unido y Australia, y la campaña ha inspirado una campaña en Brasil y en todo el mundo - Earth FC - en el período previo a la COP de este año.

"¿Qué sentido tiene la acción individual cuando los gobiernos y las grandes empresas no hacen lo suficiente?". Es una pregunta justa. Pero la acción individual no es el final. Es donde empieza. Cuando nos unimos, mostramos a los clubes que nos importan y votamos con nuestras voces y nuestras carteras, el efecto dominó es poderoso. 

El fútbol tiene el increíble poder de unir a la gente. Si podemos aprovechar esa pasión para proteger nuestro mundo, tendremos la oportunidad de salvar mucho más que partidos cancelados.

Así que pásalo. Véndelo, dónalo, arréglalo, vuélvelo a poner. Síguenos en @_greenfootball. Actúa por tu club, tu comunidad y el futuro del fútbol.

Juntos podemos hacer frente al cambio climático.