Estudios recientes han desvelado un importante potencial para aprovechar la energía renovable de las corrientes oceánicas, lo que presenta una solución viable pero a largo plazo para satisfacer la creciente demanda mundial de electricidad. Ante la creciente presión que sufren las fuentes de energía tradicionales, el enorme potencial de las corrientes oceánicas, en gran medida inexplorado, ofrece una nueva vía para la generación sostenible de electricidad.
Los océanos dominan más de 70% de la superficie de la Tierra, sirviendo como depósitos para la generación de energía limpia a través de corrientes oceánicas continuas y predecibles. A diferencia de la energía eólica o solar, de naturaleza más variable, las corrientes oceánicas proporcionan un flujo constante de energía, aunque la tecnología para aprovechar eficazmente este recurso aún está en pañales.
Un estudio pionero, publicado en la revista Renewable Energy, fue dirigido por un equipo de científicos que utilizó más de 30 años de datos recogidos en boyas a la deriva estacionadas en todo el mundo. Este análisis, que comprende más de 43 millones de puntos de datos, ha proporcionado una imagen más clara de dónde se localizan las corrientes oceánicas más fuertes y fiables. El estudio identifica regiones especialmente prometedoras, sobre todo frente al sureste de Florida y Sudáfrica, donde las corrientes oceánicas presentan densidades de potencia superiores a 2.500 vatios por metro cuadrado, aproximadamente 2,5 veces más fuertes que los mejores emplazamientos de energía eólica.
El doctor Mahsan Sadoughipour, investigador, comentó: "Nuestro estudio reveló que alrededor de 75% de zonas de alta densidad energética cubren unos 490.000 kilómetros cuadrados de océano. La mayoría tienen niveles de energía de entre 500 y 1.000 vatios por metro cuadrado". Estos hallazgos sugieren un potencial sustancial para la generación de energía a partir de las corrientes oceánicas, especialmente en zonas donde prevalecen densidades de energía moderadas.
Sin embargo, el proceso de captación de energía de las corrientes oceánicas presenta sus propios retos. Las aguas profundas y las fuertes corrientes introducen complejidades en la ingeniería, sobre todo en lugares como Japón, Brasil y partes de Sudáfrica, donde existen poderosas corrientes pero a profundidades que superan los 1.000 metros. El doctor James H. VanZwieten Jr., profesor adjunto que participó en el estudio, explicó: "La profundidad y la fuerza de las corrientes oceánicas afectan mucho a cómo deben colocarse las turbinas".
La variabilidad de las corrientes oceánicas también plantea dificultades, ya que los cambios estacionales afectan al calendario para la producción óptima de energía. Por ejemplo, las corrientes más fuertes de la costa este de Estados Unidos suelen producirse durante los meses más cálidos, coincidiendo con una mayor demanda de energía para refrigeración. Del mismo modo, Sudáfrica experimenta picos de fuerza de las corrientes en los meses de verano, lo que complica aún más la planificación energética.
El estudio subraya la necesidad de realizar mediciones precisas para mejorar la fiabilidad de las predicciones sobre la producción energética de las corrientes oceánicas. El doctor Yufei Tang señala: "Regiones como Brasil y Sudáfrica cuentan con mediciones limitadas, lo que hace que las predicciones sean menos seguras". La ampliación de la recogida de datos, posiblemente mediante técnicas como los perfiladores acústicos de corrientes Doppler, podría desvelar más de su potencial energético.
A medida que avance la tecnología y se disponga de más datos, las corrientes oceánicas podrían contribuir significativamente a las futuras necesidades energéticas. Gabriel Alsenas, director de un centro de energías renovables marinas que ha participado en el estudio, ha declarado: "Esta investigación pionera consolida aún más al sureste de Florida como uno de los principales lugares para aprovechar la energía de las corrientes oceánicas". El respaldo de importantes instituciones, como la Fundación Nacional de la Ciencia y el Departamento de Energía de EE.UU., subraya la importancia de desarrollar este recurso energético limpio.
El estudio indica que, si bien el potencial de la energía de las corrientes oceánicas es enorme, su aprovechamiento exigirá importantes inversiones e innovaciones. Hay una clara demanda de avances en la tecnología de las turbinas y equipos que puedan resistir las duras condiciones oceánicas, junto con una cuidadosa planificación para abordar los impactos ambientales que podrían surgir de la instalación de las turbinas.
A medida que aumentan las necesidades mundiales de electricidad, el aprovechamiento de la energía oceánica podría representar una opción prometedora y sostenible, sobre todo para las comunidades costeras y las islas, donde la dependencia de los combustibles importados sigue siendo elevada. Pero hay muchos obstáculos que superar.