Cambiar a la versión baja en carbono

El superimpulsor magnético podría reducir el impacto de la exploración espacial en la Tierra

15 de Octubre de 2024
por Dominic Shales

Científicos de la Universidad de Southampton, en colaboración con la empresa espacial británica Magdrive, han presentado un revolucionario sistema de propulsión que promete revolucionar la exploración del espacio profundo. Esta innovadora tecnología, conocida como Super Magdrive, está diseñada para utilizar minerales de cuerpos celestes como combustible, lo que podría permitir a las naves espaciales viajar indefinidamente por el espacio.

El concepto central del propulsor Super Magdrive reside en su capacidad para utilizar metales fácilmente disponibles, como hierro, aluminio y cobre, abundantes en asteroides y lunas. Las naves espaciales tradicionales se enfrentan al reto de un suministro de combustible limitado debido al alto coste y las limitaciones de peso que supone transportarlo desde la Tierra. Sin embargo, este nuevo sistema pretende paliar este problema permitiendo que las naves espaciales se reabastezcan de combustible de forma autónoma en el espacio.

El Dr. Minkwan Kim, científico principal del proyecto, explicó: «Las naves espaciales tienen cantidades limitadas de combustible debido a su enorme coste. Pero estos nuevos propulsores pueden funcionar con cualquier metal inflamable».

En la semana en la que Space X tuvo éxito Al regresar su cohete “Super Heavy” a su plataforma de lanzamiento, la posibilidad de tener que desplegar el Super Magdrive parece más probable.

Las aplicaciones potenciales de esta tecnología son inmensas. Una vez equipada con este propulsor, una nave espacial podría, en teoría, aterrizar en un asteroide o una luna, extraer los metales necesarios para el combustible y emprender misiones prolongadas antes inimaginables. Esta capacidad podría ampliar significativamente el alcance de la humanidad en el universo, facilitando la exploración de planetas distantes y otros fenómenos celestes.

La colaboración del equipo de la Universidad de Southampton con Magdrive ya ha conseguido un importante apoyo financiero, con una subvención de 1 millón de libras esterlinas otorgada por el Gobierno del Reino Unido. Esta financiación demuestra confianza e interés en el desarrollo de tecnologías que podrían impulsar la presencia del país en el ámbito de la exploración espacial.

Aunque esta tecnología es literalmente extraordinaria, también podría tener beneficios terrenales. Si se pudiera reducir el peso de los cohetes espaciales, se necesitaría menos combustible para lanzarlos.  Andrew Wilson, profesor adjunto de gestión ambiental en la Universidad Caledonia de Glasgow (Escocia), calcula que cada lanzamiento de la nave espacial SpaceX produce 76,000 toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente. Por lo tanto, cualquier reducción sería significativa.

El Dr. Kim expresó su entusiasmo por los posibles resultados de este proyecto, afirmando que el sistema podría allanar el camino para la exploración de nuevos planetas y la búsqueda de vida extraterrestre, llevando a la humanidad a fronteras inexploradas.

Pero, en última instancia, sólo porque podamos, no significa necesariamente que debamos…