Cambiar a la versión baja en carbono

El carbono almacenado en las plantas es vulnerable al cambio climático y más efímero de lo que se pensaba

24 de junio de 2024
por el personal de CSN

Un reciente estudio dirigido por la Dra. Heather Graven, del Imperial College de Londres, ha descubierto que el carbono almacenado globalmente por las plantas tiene una vida más corta y es más vulnerable al cambio climático de lo que se pensaba.

Publicado en la revista CienciaLa investigación sugiere que los modelos climáticos actuales subestiman la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que absorbe la vegetación anualmente y sobrestiman el tiempo que este carbono permanece secuestrado.

El Dr. Graven, lector de Física del Clima, afirmó que las plantas de todo el mundo son más productivas de lo que se creía en un principio. Sin embargo, esta absorción más rápida de carbono significa que también se libera antes a la atmósfera. Esta revelación repercute en la eficacia de las estrategias de eliminación de carbono basadas en la naturaleza, pone de relieve la limitada longevidad del carbono almacenado en las plantas vivas y subraya la importancia de reducir las emisiones de combustibles fósiles.

El estudio utilizó radiocarbono (14C), especialmente los niveles incrementados por las pruebas con bombas nucleares en las décadas de 1950 y 1960, para observar la rapidez con que las plantas absorbían CO2. Los resultados indican que los modelos más utilizados subestiman la productividad de las plantas y sobrestiman la duración del almacenamiento de carbono en la vegetación.

Los coautores, entre ellos el Dr. Charles Koven, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, y el Dr. Will Wieder, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, subrayan la necesidad de revisar los modelos climáticos para reflejar mejor el rápido ciclo del carbono entre la atmósfera y la biosfera. El estudio subraya la importancia de mejorar nuestra comprensión del ciclo terrestre del carbono para mejorar las proyecciones sobre el cambio climático.

La investigación, que aporta datos fundamentales sobre la dinámica del carbono, sirve también de homenaje a la física alemana Ingeborg Levin, pionera en la investigación del radiocarbono y la atmósfera, fallecida en febrero.