Cambiar a la versión baja en carbono

Tecnología de filtrado de microplásticos para lavadoras

5 de junio de 2025
por el personal de CSN

Una startup ha lanzado un filtro para lavadoras que captura más de 90% de microplásticos, con el objetivo de reducir la contaminación ambiental. Apoyado por el impulso legislativo y los proyectos piloto universitarios, el dispositivo ofrece una solución prometedora a una crisis ecológica creciente.

En medio de la creciente preocupación por la contaminación por microplásticos, ha surgido un nuevo sistema de filtración para lavadoras que podría cambiar las reglas del juego. Fundado por tres ex alumnos de ingeniería de la Universidad Case Western Reserve, CLEANR pretende atajar la crisis medioambiental provocada por los tejidos sintéticos, que desprenden fibras diminutas durante el proceso de lavado que pueden eludir las instalaciones habituales de tratamiento de aguas residuales y acabar contaminando los cursos de agua. El sistema CLEANR se está implantando actualmente en colaboración con tres universidades y también está disponible para consumidores domésticos a un precio de $249.

Los microplásticos se reconocen cada vez más como un grave problema medioambiental, ya que aparecen en diversos productos que van desde los cosméticos hasta la ropa cotidiana. Según estudios recientes, aproximadamente 94% del agua del grifo en Estados Unidos contiene fibras microplásticas. Estas minúsculas partículas están relacionadas con diversos problemas de salud, como un mayor riesgo de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer, así como posibles efectos adversos en la salud reproductiva y respiratoria. Como explicó Max Pennington, cofundador de CLEANR, la iniciativa empezó como una respuesta apasionada a un problema urgente. "Se convirtió en un proyecto en el que nos dimos cuenta de que los microplásticos iban a ser un gran problema", declaró a la prensa.

Para desarrollar su solución, el trío aprovechó los recursos de Sears think(box), un gran makerspace situado en su universidad. Tras experimentar con varios prototipos, uno de los cuales provocó una pequeña inundación en la cocina de una fraternidad, encontraron inspiración en la naturaleza. Diseñaron la tecnología VORTX, un sistema de filtración que supuestamente captura más de 90% de microplásticos de hasta sólo 50 micras de tamaño, lo que equivale aproximadamente a la anchura de un fino mechón de pelo. Este innovador aparato, parecido a un pequeño tornado, se instala en la manguera de desagüe de la lavadora y recoge los residuos en una vaina extraíble.

La tecnología de CLEANR evita que, por cada filtro utilizado, lleguen a las aguas plásticos por valor de 56 tarjetas de crédito al año. La empresa está buscando activamente alianzas con fabricantes de lavadoras para integrar sus filtros directamente en las nuevas máquinas. Al mismo tiempo, CLEANR está instalando sus sistemas en lavadoras universitarias de la Case Western Reserve University, la University of Akron y la University of South Alabama.

La reciente evolución de los marcos legislativos está creando un entorno propicio para la tecnología de CLEANR. Tras el mandato de Francia de que las nuevas lavadoras incorporen filtros de microplásticos, otras jurisdicciones también han propuesto medidas similares. En particular, un proyecto de ley del Senado de Nueva Jersey pretende exigir que las lavadoras vendidas a partir del 1 de enero de 2030 incluyan sistemas de filtración que aborden este acuciante problema medioambiental. Estos esfuerzos legislativos subrayan el amplio reconocimiento social de la amenaza que suponen los microplásticos, que han penetrado no solo en los ecosistemas marinos, sino también en la cadena alimentaria e incluso en el aire que respiramos.

El compromiso de CLEANR con la sostenibilidad ha cobrado un impulso significativo, con más de $7 millones de financiación recaudados hasta la fecha. En una reciente feria tecnológica IFA de Berlín, el producto recibió seis premios "Best of IFA 2023", destacando su enfoque innovador y su eficacia. Como declaró Pennington, "si no actuamos ahora y no lo detectamos en su origen, será demasiado tarde para cambiar las cosas", lo que refuerza la urgencia de su misión de mitigar la contaminación por microplásticos.